Escribí en colaboración con Jou Morales este texto para la exposición: Gráfica y Dibujo Expandido, Un acercamiento a la producción reciente

“Ni la materia, ni el espacio, ni el 
tiempo son, desde hace veinte años, 
lo que han venido siendo desde siempre.”
Paul Valéry, La conquista de la ubicuidad, 1928.

El dibujo suele ser el primer acercamiento a las artes gráficas de muchas personas, es algo instintivo tomar un lápiz o un bolígrafo y comenzar a marcar espacios en blanco como nuestros primeros trazos. Es también la técnica más accesible de realizar, con un pedazo de carbón y algunas hojas de papel es suficiente. 

Si bien, el dibujo como propósito de algo, es muy utilizado en proyectos de arquitectura, moda, incluso en proyectos científicos, el dibujo como arte autónomo, es una técnica única y poco valorada que viene de un proceso íntimo y con nociones que eliminan solemnidad y arrepentimiento a lo que se realiza. 
 
En el contexto cultural que se vive en la ciudad las artes gráficas suelen remitirse exclusivamente a la producción de grabado, al proceso de estampación de una placa tallada o intervenida, así como a su posible impresión múltiple. Sin embargo, en estas se engloban muchas artes afines como la imprenta, la caligrafía, la serigrafía o el offset y por supuesto, el dibujo. En el Diccionario Akal de Estética se señalan las artes gráficas como “todo lo relativo a la representación mediante trazos”. Este ejercicio de representación nos ha acompañado durante muchos años, con distintas técnicas y materiales, destacando desde la época antigua sus múltiples soportes: desde las piedras de grutas y cuevas en la época prehistórica, hasta las paredes, trenes y soportes publicitarios de las primeras grandes urbanizaciones de finales del siglo XX con el graffiti. Aunque la gráfica suele tener como límite la placa madre, el dibujo siempre ha buscado su expansión; la hoja de papel deja de ser suficiente.
 
En los últimos años de la década de los ochenta, el país vio la fundación del primer museo que Francisco Toledo abrió en la ciudad de Oaxaca. También, vio nacer a una nueva generación de creadores, muchos de ellos comparten edad con el IAGO o nacieron unos cuantos años después. Los años posteriores a su nacimiento, fueron claves para el entendimiento de nuestra cultura actual, con la masificación del uso del internet y dispositivos electrónicos, así como la popularización de los videojuegos, el manga japonés, la animación occidental, el graffiti, el estallido de la música grunge y la cultura skate. En la presente exposición recopilamos parte de la producción gráfica de estos artistas que se caracterizan por explorar el dibujo como práctica instintiva. Esta técnica es eje de su producción y el principal hilo que se buscó para conformar la selección. Lo que entendemos como expandido en la muestra se encontró como una característica en común, cuando se tuvo el conjunto de obra. 
 
Walter Benjamin planteó, a mediados de los años treinta, en su conocido ensayo La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica la llegada de un nueva era que no sólo aludía a nuevas condiciones, sino también a una transformación de la percepción en el arte. Entre otras ideas, recurrió al concepto de aura que en otros ensayos definió como una trama muy particular de espacio y tiempo: irrepetible aparición de una lejanía, por cerca que esta pueda estar. El aura era justamente lo que, en la nueva época del arte, entraba en una suerte de fase crítica. El aura para Benjamín está ligada al aquí y ahora, a la existencia única, original. Este año este espacio dedicado a las artes gráficas cumple treinta y cinco años, y durante los últimos siete lustros, se han mantenido diversos debates sobre ellas y su reproductibilidad, algunos de ellos tomando como punto de partida el texto del escritor alemán. Para muchos, la particularidad híbrida del grabado se quedó en ambigüedad entre lo artesanal y la reproducción en masa, entre la creación única y su multiplicidad. El auge de muchas de estas técnicas para el uso industrial cayó en desuso, la hegemonía de lo digital se hizo presente, sin embargo, frente a este panorama los artistas que se presentan en esta exposición decidieron tomar el dibujo y a su representación primigenia, como base para su quehacer artístico. Buscar el aura que describe Benjamín como rasgo esencial, en los trazos únicos que otorga el dibujo no medido, que se expande y se realiza en una especie de ritual que busca esa irrepetible aparición. Todos coincidimos con Walter, el aura no se puede reproducir.
 
Paul Meixueiro y Jou Morales
 
Artistas participantes: SANGREE / Bayrol Jiménez / Kasser Sánchez / José Eduardo Barajas / Luis Campos / Milagros Rojas / Paloma Contreras / Trilce Zúñiga Loya / Pamela Sustaita / Javier Arjona / Emilie Raoul / Rosita Relámpago 

*Esta exposición se presentó en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca en agosto del 2023

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